TE VEO
Una mujer camina por una céntrica calle de una ciudad. Camina rápido; es obvio que tiene prisa. Mira el reloj, comprueba que llega tarde y acelera el paso. Se la ve cansada, casi exhausta por tener que llegar a tiempo a demasiadas cosas a lo largo del día. Lleva varias preocupaciones a cuestas. La calle por la que camina está atestada de gente. Gente que, al igual que ella, camina con prisa, tratando también de llegar a tiempo a sus propias vidas y cargando con sus propias preocupaciones. En la calle también hay gente que camina sin prisa; gente que pasea, turistas que han venido a ver la ciudad de un modo muy distinto a como la ve la gente que camina con prisa. En un trayecto no demasiado largo la mujer se cruza con cientos de personas diferentes de toda edad, orden y condición. Para la mujer solo es gente. A unos metros, entre la multitud, un hombre camina hacia ella; también parece llevar prisa. Sus miradas se encuent...